Termino de afeitarme y en el espejo veo a mi padre.
Con el alma herida, erosionada, tomo la cocina y rememoro los tiempos idos. Corto el pan duro en lascas, el chorizo en rodajas, el ajo, laminado, y en un tortero de barro los voy echando, con sal y pimentón dulce, en aceite de oliva muy caliente.
Mi padre se sonríe recordando su etapa de pastor en el monte, cuando de lunes a sábado el horizonte no era sino unas pocas cabras y noches frías.
Después de almorzar, voy al cementerio y esparzo unas pocas migas sobre su lápida.
(Este microrrelato recibió el primer premio en el XII Certamen Literario Internacional de Relatos Cortos "En torno a San Isidro" convocado en Saldaña -Palencia- en julio de 2023)
Me gusta tu microrelato. Lógico que se haya llevado un premio. Una forma sencilla y corta de recordar el pasado: la.comida y sus sugerentes aromas.
ResponderEliminarOjalá, los ausentes los pudiéramos ver, aunque si están con nosotros. Relato para soñar.
ResponderEliminarMuy bonito relato, siempre tenemos presentes a los que ya no nos acompañan, con todos esos detalles que tan dentro de nosotros llevamos.
ResponderEliminarEnhorabuena por el premio.
Un beso
Es dificil decir tanto en tan pocos renglones, me parece precioso y emotivo. Enhorabuena Jesus.
ResponderEliminarDe verdad Jesús....eres una máquina,como con tan poco se puede decir tanto,aunque no todos lo entiendan,por razón de edad
ResponderEliminarMuy hermoso, bien desgranado. Felicidades.
ResponderEliminarMe encanta, es sensible , evocador, cargado de nostalgia. Te mereces el premio. Enhorabuena.
ResponderEliminarRecuerdo un anuncio de los años 80 "Nunca tan poco ha vestido tanto" Se trataba de alguien que dormía desnudo con unas gotas de Chanel... Nunca tan pocas palabras han dicho tanto, y han tocado tantos temas.! Felicidades Jesús! Maestro de la palabra. Chelo
ResponderEliminarEmocionantemente concreto. Gracias.
ResponderEliminarCon qué sencillez se puede remover el alma !!!
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